La receta está disponible en: https://salpimentar.com/berenjenas-langostinos-y-salsa-japonesa/
Las berenjenas rellenas son una de las recetas más versátiles que hay, puedes hacerlas de mil formas que estarán buenísimas. Hoy me apetecía darle una vuelta a mi amada berenjena y meterle un toque algo exótico a la típica berenjena rellena: hoy el experimento está en la salsa, hecha con… ¡mayonesa japonesa! Tapa-fusión “casera” OMG!
Para los que os ponéis nerviosos con las cosas nuevas decir que la mayonesa japonesa no es nada raro, es más potente que la española, y la he elegido porque casa muy bien con los otros dos sabores que va a llevar la receta: berenjena y langostinos, bocado de SABOR (así con mayúsculas) te explota en la boca ¡puro rock’n roll para tus papilas!
Yo es que soy fan de la mayonesa japonesa, siempre he usado la más conocida, de la marca kewpie (la del logo del bebé). Antes sólo la encontrabas en los comercios especializados en comida oriental o de importación, pero ahora han lanzado la “versión española” y la promo es un concurso de recetas con un viaje a Japón como premio… ¡casi ná! ahí está el enlace por si alguien se anima ;-).
La cosa es que, como ahora es más fácil de conseguir, me he animado a enseñar la receta en el blog (te dejo una foto de mi bote que la reconozcas por si quieres buscarla).
Que no cunda el pánico ¿cuándo nos ha detenido la falta de un ingrediente? Si no la encuentras y quieres ese sabor, porque esta tela de bueno, tienes dos opciones:
Haz una mayonesa tradicional pero con yema de huevo sólo (sin la clara), vinagre blanco (si tienes de arroz mejor, si no de vino), una pizca de mostaza, salsa de soja en vez de sal y un aceite suave (como el de girasol). Así te estarás acercando al sabor que buscamos.
O bien, prescinde del toque exótico y usa una mayonesa cualquiera, estará también muy bueno ^^.
Receta calculada para 2 personas y lista en total en una media hora, cocinando tranquilamente.
Las berenjenas a veces pueden tener un sabor un poco fuerte y amargar, pero tiene fácil solución: ¡a remojo!
Coge un bol, llénalo de agua y echa una cucharada grande de sal. Sumerge las berenjenas, cortadas ya, en el agua salada ¡pero ojo! las berenjenas tienen que estar cubiertas de agua, y es que flotan!
Para que queden sumergidas pon un plato hondo dentro del bol, encima de las berenjenas y empújalo hacia abajo para que se llene de agua y pese, empujará a las berenjenas dentro del bol con agua salada y quedarán cubiertas del todo. Ya puedes seguir cocinando, esto va solo
Empieza tu receta haciendo esto y así mientras preparas los demás ingredientes la berenjena se irá suavizando y estará lista cuando la necesites.